En la que sin duda es su crónica más emocionante, Juan Villoro cuenta cómo estuvo en condiciones de comparar la intensidad de dos de los terremotos más terribles que ha sufrido América Latina: el de 1985 en la ciudad de México y el de 2010 en Santiago de Chile. Convencido de que estos desastres deben contarse con las más representativas de las voces implicadas, Villoro tomó los relatos de sus compañeros de temblor y construyó un concierto de impresiones en el que no faltan el suspenso o el absurdo.
“Tras la lectura de este libro sentido y vibrante, podría pensarse que el autor no dijo toda la verdad: 8.8 está escrito con el miedo aún metido en la piel, y quizá en ese secreto habita su extraordinario poder.”
-Leonardo Tarifeño