“Parece un milagro poder disfrutar tanto de historias que terminan tan mal.”
-Gabriel García Márquez
A lo largo de diecinueve relatos, Bangladesh, tal vez recorre un corpus narrativo hasta ahora casi desconocido en nuestro país. Tramas intensas, fragmentarias, sesgadas. Testimonios de dramas a punto de extinguirse. Un estilo consistente y maduro. Una prosa polifacética, ágil, que enfoca sin miramientos los conflictos que definen a los seres humanos, abre espacios donde las emociones y los paisajes interiores que los habitan expresan su complejidad en unas cuantas líneas. Sus personajes concentran el dolor de sus vidas, capaces de vivir laberintos de memoria o dudas presentes que los vuelven entrañables. La puerta a un universo literario personal, cautivante.