Aleksandar Hemon cuenta cómo sus padres abandonaron Sarajevo e iniciaron de nuevo en un pueblo canadiense. Chimamanda Adichie da consejos a sus compañeros africanos recién llegados a Estados Unidos. Eva Hoffman describe la sensación de vivir sin lenguaje. Pilar Cebrián reporta desde un pueblo sueco de retirados que ha sido tomado por mil refugiados musulmanes. Matthew McNaught habla durante dos años con un amigo sirio estancado en Alemania. Óscar Martínez conoce a un oaxaqueño que llega a Tijuana pero no se atreve a cruzar. Jamaica Kincaid recuerda su llegada a Nueva York, donde nada es como lo esperaba. Huyendo de Uganda, Albino Ochero-Okello revive el trauma de solicitar asilo político en Londres. Mattathias Schwartz narra meses de una travesía africana que termina en un naufragio en Lampedusa. William Langewiesche se adentra en los extraños páramos de tierra de nadie. Rolando Arrieta describe un viaje de Cuba a Estados Unidos que atraviesa ocho países.
Once autores contemporáneos de distintos continentes —que a su vez han sido migrantes o vivieron de cerca la experiencia— reflexionan acerca del viaje físico y psicológico que han hecho; las sorpresas y decepciones de sentirse diferentes en una nueva geografía. A lo largo de cuatro capítulos («Travesía», «Llegada», «Espera», «Arraigo») encontramos esos puntos —deseo, duda, melancolía, desencanto— que comparten todos los textos sin importar su origen. El libro habla también sobre la relación entre una persona y un lugar: cómo influye en su vida cotidiana. Nos hemos familiarizado con la migración: no la cuestionamos, no dejamos que nos cuestione. Mientras los medios informan sobre cifras y políticas de Estado, esta antología hace lo opuesto: un acercamiento hasta el interior mismo de los espacios, los pensamientos y los sentimientos de quienes han migrado.