Odio a Joselo Rangel. No sólo es el guitarrista de la mejor banda de rock de este país. Encima de todo, el sinvergüenza escribe bien. Y lo peor de todo es que adoro sus cuentos más que sus canciones, y eso que soy fan de Café Tacvba. ¡Es el Buckaroo Banzai mexicano!
Bernardo Fernández, BEF
Un entusiasta del rock que en un concierto le da un vistazo revelador al lado oculto del ambiente de la música. Novias que conspiran desde la sombra para llevar a la fama a la banda de su novio, aunque a éste y sus compañeros no estén convencidos de sus métodos. Parejas ante encrucijadas que ponen en duda su futuro. Hombres convencidos de que su destino es ser estrella porno.
Por un lado, estos cuentos retratan el mundo de los músicos underground que luchan por llevar su trabajo al gran público un camino lleno de altibajos, momentos de plenitud, incomprensión, desafíos que parecen insalvables, por el otro, narran episodios en los que los personajes descubren que las ilusiones son sólo sueños de los que hay que despertar, y que la vida es mucho más dura, incomprensible y despiadada de lo que todos querríamos.
Este libro nos invita a conocer una nueva faceta en el trabajo creativo de Joselo Rangel, artista inquieto, gran lector, cronista ingenioso, y, sobre todo, narrador de mirada atenta, cuya prosa se desplaza con soltura por lo cotidiano y lo extraordinario. Un cuentista que nos asombra al descubrir la lógica de las posibilidades más descabelladas, y nos hace reír con su irreverencia y e ingenio.