William Shakespeare (Inglaterra, 1564-1616) es uno de los escritores de mayor relevancia en lengua inglesa y seguramente el más reconocible y aludido. Su abundante obra dramática discurre entre diversos géneros teatrales, mediante los cuales teje un complejo e irónico entramado de la condición humana. Durante casi la mitad de su carrera fue el dramaturgo principal, así como actor y socio mayoritario, de la compañía teatral The Lord Chamberlain’s Men, que luego se convirtiría en The King’s Men, propietaria del teatro The Globe, al sur de Londres, en la era más brillante del teatro y la literatura de la Gran Bretaña. Como poeta, fue autor de dos grandes composiciones narrativas, así como de otros poemas menores y más de 150 sonetos. Amén de su incuestionable calidad, cuatrocientos años de producciones escénicas, fílmicas y en múltiples otros medios, así como de estudios con diversos grados de interés y de especulaciones marginales a su obra, a menudo de dudoso valor, han vuelto a Shakespeare un hito y mito cultural en todo el mundo. De cualquier manera, su legado sigue activo y pertinente, tal como lo demuestra esta traducción —realizada ex profeso para un nuevo montaje teatral producido por Tercera Llamada— de un drama que no se limita al amor “romántico” con el que tradicionalmente se ha vinculado a Romeo y Julieta, sino que, como lo apunta Alfredo Michel Modenessi en la introducción a este libro, entre otras cosas, “reflexiona sobre la relación de los adultos y los jóvenes en un entorno de violencia, y sobre los roles de ambas partes en ese dominio”