A comienzos del siglo xvii, el Rey Bakongo designa al primer emba jador africano en
el Vaticano, Nsaku Ne Vunda, con misión secreta. Su trayecto a Roma no será sencillo; de
entrada, el barco que lo llevará tiene que pasar antes por el Nuevo Mundo cargando
esclavos; hecho que inaugura el periplo fuera de serie de Nsaku Ne Vunda, un personaje
fundamental pero olvidado por la Historia, que tuvo una odisea interminable por un
océano, dos mares y tres continentes. La novela está narrada por el busto de mármol que
de él existe en Roma. No por nada este libro es ya esencial para las escuelas francesas,
obtuvo diversos premios y se adaptó al teatro. Después de publicarse en Angola, se erigió
una estatua en honor a Nsaku Ne Vunda, y una calle obtuvo su nombre en la ciudad
de Mbanza Kongo. No es para menos.